Entre códigos y Biblias
No sé si esto es publicidad o piratería, porque a lo tonto me dispongo a contar otro capítulo del libro. Interprétese como una prueba de mi rendida admiración por Martin Gardner.
Este capítulo tiene el irresistible título de "El código definitivo de la Biblia", a no confundir con otros códigos de la Biblia, aunque si lo pilla Iker Jiménez... (una, que está enganchada a Milenio tres, bueno, a sus primeros minutos antes de ser secuestrada por Morfeo, que es que lo ponen a unas horas...). A lo que voy, a ver si soy capaz de explicarlo de forma clara y, sobre todo, breve. Merece la pena, creo. En una peli americana lo juraría sobre una Biblia, qué mejor ocasión.
Lo primero que necesitamos son los tres primeros versos del Génesis en inglés, que es como esto funciona (¡cómo no!) y que transcribo a continuación:
1. In the beginning God created the heaven and the Earth.
2. And the earth was without form, and void; and darkness was upon the face of the deep. And the Spirit of God moved upon the face of the waters.
3. And God said, Let there be light: and there was light.
Se escoge una palabra del primer verso, la que uno quiera, para que sirva de ejemplo voy a tomar la palabra "heaven", y se cuentan las letras de la palabra, en nuestro caso seis letras. Ahora se cuentan tantas palabras a continuación como letras tiene la palabra elegida y repetimos el proceso con la palabra en la que nos hemos detenido. En el ejemplo, contamos seis palabras a partir de heaven y llegamos a earth. Contamos de nuevo las letras y vamos repitiendo el proceso hasta llegar al tercer verso. A saber, como earth tiene cinco letras, contamos las cinco palabras siguientes y llegamos a void, que tiene cuatro y que nos lleva a... bueno, creo que la mecánica es simple. Cuando la palabra a la que lleguemos ya esté en el tercer verso, no contamos más. ¿Dónde terminamos siempre? Pues da igual en qué palabra empecemos, cualquier cadena termina en Dios (God). Aquí los incrédulos vuelven a repetirlo empezando por una palabra distinta. Vamos, como escarpias. ¿Querrá esto decir que Dios siempre va a estar al final de todos los caminos? Al menos en el Génesis , sí, pero claro, es que ahí Dios juega en casa.
Y bajando a temas más terrenales, hoy ha nacido Lucía (bueno, ayer, que otra vez ando tarde). Desde aquí la enhorabuena a su madre ( y a su padre), que me hablaba de Dios y yo le hablaba de Matemáticas, con los azulejos de la cocina a falta de pizarra. Por lo visto, no hablábamos de cosas tan distintas.